Con 10 kilos de peso y apenas unos meses de vida, Watta, un ejemplar de foca gris, llegó agotada y en muy malas condiciones a las costas portuguesas (Peniche) el 9 de enero. En cuatro meses y tras recibir los cuidados de un centro de recuperación (Centro de Animales Mariños de Quiaios, en Figueira da Foz, Coimbra, Portugal), Watta, este ejemplar de foca gris hembra (Halychoerus grypus) ha sido liberado por la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos (CEMMA) tras engordar 36 kilos y superar las patologías que se le detectaron.
Los especialistas del país vecino -en este caso ha sido la Sociedade Portuguesa Vida Selvagem-, tras dar de alta al animal a mediados de abril, se pusieron en contacto con la CEMMA y las autoridades gallegas para liberar al animal con el mismo protocolo que la coordinadora aplica en estos casos. A los biólogos gallegos les avalan sus 12 años de experiencia en la asistencia a animales varados.
Las redes de varamiento de Galicia y Portugal mantienen desde hace tiempo una estrecha relación que encuentra en las tripulaciones pesqueras una gran colaboración. En el caso de Watta, según ha detallado Alfredo López (CEMMA) los marineros del Ferreira Martínez -los portugueses no suelen faenar en aguas del sur de Irlanda- han puesto su barco a disposición de los biólogos para la suelta del animal en su ruta hacia Gran Sol.
Vídeo sobre foca gris
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