La ilegalizada Batasuna ha presentado el nombre de su nueva formación en Bilbao: Sortu, que significa "crear", y registrarán mañana los estatutos en el Ministerio del Interior.
Según el representante de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, el proyecto político rechaza en sus estatutos, donde se expone el deseo de "la definitiva y total desaparición de cualquier tipo de violencia, en particular, la de la organización ETA". Asimismo, "el nuevo partido desarrollará su actividad desde el rechazo de la violencia como instrumento de acción política o método para el logro de objetivos políticos, cualquiera que sea su origen y naturaleza; rechazo que, abiertamente y sin ambages, incluye a la organización ETA, en cuanto sujeto activo de conductas que vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas".
Por otra parte, Sortu defiende "un modelo de sociedad acorde y coherente con el concepto de sociedad democrática definido en el Convenio Europeo de Derechos Humanos".
Pero después de tantos años de violencia y de historia, no es suficiente con presentar unos estatutos. Sobre la mesa se han servido opiniones de todo tipo: tanto a favor como en contra de la legalización de este partido. Por ejemplo, Marcelino Iglesias, secretario de Organización, dejó muy claro que "la democracia tiene que ser muy exigente con esos grupos".
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