Un pesquero de Espasante se percató de que había un tiburón peregrino rondando las aguas de la ría de Ortigueira anoche. Hasta la zona se desplazaron técnicos de la Coordinadora para estudios de Mamíferos Marinos (Cemma) y Portos de Galicia. Cemma
Según los datos que maneja la Cemma, el pesquero capturó de forma accidental al tiburón, que se enredó en las amarras del barco, y los pescadores no se percataron hasta el día siguiente. Esta especie está protegida y no se puede comercializar.
Se trata de un ejemplar joven de tiburón peregrino, de 4,24 metros de longitud, y que siendo adulto alcanza los doce metros de longitud y las cuatro toneladas de peso. Aunque su silueta recuerda a la de un tiburón cazador, con forma hidrodinámica y hocico agudo, se alimenta filtrando el agua. Apenas dispone de dientes y, los pocos que puede tener, no tienen función.
El tiburón peregrino es un animal que se alimenta pasivamente, filtrando zooplancton, peces pequeños e invertebrados a razón 2.000 toneladas de agua por hora. A diferencia del tiburón bocagrande y del tiburón ballena, el tiburón peregrino no parece buscar activamente su sustento, pero sí poseen grandes bulbos olfatorios que pueden orientarle en la dirección correcta. A diferencia de otros grandes filtradores de plancton, su método de alimentación consiste sólo en introducir pasivamente el agua empujada a través de las branquias cuando nada.
Este tiburón peregrino no es el primero que capturan los pesqueros en la costa norte de Galicia. En este caso se trata de un ejemplar joven de poco más de cuatro metros de largo pero, según informa Díaz da Silva, responsable de la zona norte de Cemma, los adultos pueden llegar a medir hasta doce metros de longitud.
Cada año pueden aparecer en la costa gallega una decena de mamíferos de estas características. Nadan con la boca abierta hasta hacerla redonda y filtra el agua a través de unas inmensas branquias. Se mueve muy lentamente. Avistamiento de un tiburón en Vigo, España
Vídeo de tiburones peregrinos nadando en Marbella, España, Mar Mediterráneo:
Como son percibidos a menudo cerca de las costas, los peregrinos son un objetivo frecuente de los ecoturistas, pues son vistos frecuentemente en la superficie y además son muy tolerantes con la presencia de humanos. Al igual que varias especies de tiburones, los peregrinos, especialmente por los factores anteriormente citados, han sido objeto de una intensa caza por parte de pescadores. Su enorme tamaño los convirtió en el pasado en animales altamente rentables para los barcos de pesca comercial; tan sólo uno de ellos puede generar hasta una tonelada de carne y 400 litros de aceite, y su hígado, rico en vitaminas, puede representar hasta el 25% del peso total del animal. Por su gran persecución y explotación en el pasado, los tiburones peregrinos están ahora protegidos por ley en la mayoría de los países.
Como resultado de la rápida disminución de los ejemplares, el tiburón peregrino se halla parcialmente protegido y el comercio de sus productos está restringido o prohibido en muchos países. Están totalmente protegidos en el Reino Unido, Malta y EE.UU. así como en gran parte de las aguas del Océano Atlántico y grandes zonas del Mediterráneo. La pesca de tiburones peregrinos es también ilegal en Nueva Zelanda.
Vídeo con la captura y traslado en grúa de un tiburón peregrino en Chile:
En los últimos años, se están prodigando los safaris fotográficos donde los nadadores se acercan a ellos con absoluta tranquilidad, dada la naturaleza inofensiva y tolerante de los tiburones peregrinos con los buzos y las embarcaciones, lo cual constituye una importante fuente de ingresos turísticos en áreas habitualmente deprimidas y sin grandes recursos económicos. Consideraciones sobre la vulnerabilidad del tiburón peregrino en el entorno de aguas jurisdiccionales de la Unión Europea
Según los datos que maneja la Cemma, el pesquero capturó de forma accidental al tiburón, que se enredó en las amarras del barco, y los pescadores no se percataron hasta el día siguiente. Esta especie está protegida y no se puede comercializar.
Tiburón peregrino |
Se trata de un ejemplar joven de tiburón peregrino, de 4,24 metros de longitud, y que siendo adulto alcanza los doce metros de longitud y las cuatro toneladas de peso. Aunque su silueta recuerda a la de un tiburón cazador, con forma hidrodinámica y hocico agudo, se alimenta filtrando el agua. Apenas dispone de dientes y, los pocos que puede tener, no tienen función.
El tiburón peregrino es un animal que se alimenta pasivamente, filtrando zooplancton, peces pequeños e invertebrados a razón 2.000 toneladas de agua por hora. A diferencia del tiburón bocagrande y del tiburón ballena, el tiburón peregrino no parece buscar activamente su sustento, pero sí poseen grandes bulbos olfatorios que pueden orientarle en la dirección correcta. A diferencia de otros grandes filtradores de plancton, su método de alimentación consiste sólo en introducir pasivamente el agua empujada a través de las branquias cuando nada.
Este tiburón peregrino no es el primero que capturan los pesqueros en la costa norte de Galicia. En este caso se trata de un ejemplar joven de poco más de cuatro metros de largo pero, según informa Díaz da Silva, responsable de la zona norte de Cemma, los adultos pueden llegar a medir hasta doce metros de longitud.
Cada año pueden aparecer en la costa gallega una decena de mamíferos de estas características. Nadan con la boca abierta hasta hacerla redonda y filtra el agua a través de unas inmensas branquias. Se mueve muy lentamente. Avistamiento de un tiburón en Vigo, España
Vídeo de tiburones peregrinos nadando en Marbella, España, Mar Mediterráneo:
Como son percibidos a menudo cerca de las costas, los peregrinos son un objetivo frecuente de los ecoturistas, pues son vistos frecuentemente en la superficie y además son muy tolerantes con la presencia de humanos. Al igual que varias especies de tiburones, los peregrinos, especialmente por los factores anteriormente citados, han sido objeto de una intensa caza por parte de pescadores. Su enorme tamaño los convirtió en el pasado en animales altamente rentables para los barcos de pesca comercial; tan sólo uno de ellos puede generar hasta una tonelada de carne y 400 litros de aceite, y su hígado, rico en vitaminas, puede representar hasta el 25% del peso total del animal. Por su gran persecución y explotación en el pasado, los tiburones peregrinos están ahora protegidos por ley en la mayoría de los países.
Como resultado de la rápida disminución de los ejemplares, el tiburón peregrino se halla parcialmente protegido y el comercio de sus productos está restringido o prohibido en muchos países. Están totalmente protegidos en el Reino Unido, Malta y EE.UU. así como en gran parte de las aguas del Océano Atlántico y grandes zonas del Mediterráneo. La pesca de tiburones peregrinos es también ilegal en Nueva Zelanda.
Vídeo con la captura y traslado en grúa de un tiburón peregrino en Chile:
En los últimos años, se están prodigando los safaris fotográficos donde los nadadores se acercan a ellos con absoluta tranquilidad, dada la naturaleza inofensiva y tolerante de los tiburones peregrinos con los buzos y las embarcaciones, lo cual constituye una importante fuente de ingresos turísticos en áreas habitualmente deprimidas y sin grandes recursos económicos. Consideraciones sobre la vulnerabilidad del tiburón peregrino en el entorno de aguas jurisdiccionales de la Unión Europea
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